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¿Has pensado que limpiar tu freidora de aire te parece cada día más complicado? A menudo pensamos que este electrodoméstico, al cocinar con menos aceite, necesita menos mantenimiento, pero eso no es cierto.
Aunque existen múltiples productos que prometen resultados brillantes y una limpieza instantánea, los expertos aseguran que una rutina diaria y sencilla es la mejor manera de cuidar la freidora y alargar su vida útil.
Además, limpiar de forma adecuada después de cada uso evitará la acumulación de restos que podrían afectar al sabor de tus platos y la potencia del aparato. Con estos pasos podrás asegurarte de que tu freidora esté siempre lista y que cada receta salga perfecta, sin comprometer la durabilidad del dispositivo ni perder tiempo con métodos complicados o productos agresivos.
¿Cómo debo limpiar la freidora de aire?
Las freidoras de aire, conocidas como Air Fryer han ganado mucha popularidad gracias a su fácil uso, a su cocción rápida, a su versatilidad, al cocinar alimentos más saludables que utilizan poco o nada de aceite y a que son más fáciles de limpiar que los hornos tradicionales.
Antes de ponerte a limpiar tu freidora de aire, debes saber que los componentes eléctricos debes mantenerlos alejados del alcance del agua. También es importante conocer que tienes que utilizar detergentes no abrasivos y esponjas suaves que no estropeen la antiadherencia de los materiales de este electrodoméstico.
Puedes utilizar jabón líquido del lavavajillas, desengrasante común, vinagre blanco de limpieza y un paño de microfibra o la parte suave de la esponja. Luego, sigue estos pasos:
- Retira los restos de comida de la air fryer con un papel de cocina.
- Limpia las piezas con jabón de lavavajillas y agua caliente.
- Si la grasa de los alimentos está muy pegada a este aparato, rocía vinagre blanco y déjalo actuar durante unos 15 minutos.
- Limpia el recubrimiento de la freidora de aire con jabón y un paño de microfibra.
Para mantener tu freidora de aire en óptimas condiciones, es clave limpiar adecuadamente cada parte después de su uso. Con unos simples pasos de limpieza diaria, evitarás la acumulación de grasa y prolongarás la vida útil del aparato. Otro consejo es usar papel de aluminio en la base de la olla cada vez que vayas a usar este aparato para evitar que la grasa se quede pegada en él. Después, pones encima la cesta donde vas a añadir los alimentos.
No necesitas productos especiales para dejarla impoluta, simplemente sigue esta rutina básica y cuida el recubrimiento antiadherente de este electrodoméstico. Así, podrás disfrutar de comidas sabrosas y libres de residuos en cada uso.